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Cada año se desecha basura electrónica equivalente al peso de 24,000 aviones

Cada año se desecha basura electrónica equivalente al peso de 24,000 aviones

Bruselas.- Casi una cuarta parte de los viejos aparatos electrónicos acaban en la basura común, desperdiciando «miles de millones de dólares» en oro, cobre y otras valiosas materias primas, denunciaron este jueves expertos en reciclaje que pidieron a los consumidores que dejen de tirar esos dispositivos a la basura doméstica común.

Esos residuos totalizan unas 14 millones de toneladas y equivalen al peso de 24.000 aviones de pasajeros de los más pesados del mundo, según el Foro de Residuos Electrónicos (WEEE, por sus siglas en inglés), cuyo director general, Pascal Leroy, subrayó que «solo en 2022 se desecharon 844 millones de cigarrillos electrónicos, que contenían suficiente litio para alimentar 15,000 autos eléctricos».

De cara al Día Internacional de los Residuos Electrónicos que se celebra el 14 de octubre, esa organización, con sede en Bélgica ha lanzado una campaña de sensibilización titulada «Únete a la caza de residuos electrónicos: Recupera, Recicla y Revive«.

«Sobre todo: dejen de tirarlos en los cubos de basura doméstica», destaca WEEE, que recordó que, a nivel mundial, hay 108 suscripciones a teléfonos móviles por cada 100 personas y añade que encuestas anteriores han arrojado que los hogares europeos almacenan aproximadamente 700 millones de teléfonos móviles no utilizado, lo que supone un promedio de dos por hogar.

Un sondeo realizado en 2022 por WEEE y entidades afines sin ánimo de lucro sobre una muestra de 8.775 hogares en cinco países de la Unión Europea más el Reino Unido indicaba que el hogar europeo promedio contiene 74 productos electrónicos, como teléfonos, tabletas, ordenadores portátiles, herramientas eléctricas, secadores de pelo, tostadoras y otros electrodomésticos, excluyendo lámparas, recordó esa plataforma.

De ellos, 13 se encontraban «almacenados», estando 9 sin usar pero en funcionamiento y otros 4 rotos, pero los usuarios los guardan porque piensan que podrían usarlos en el futuro (46 %), venderlos o regalarlos (15 %), aumentar su valor (9 %), no saben cómo deshacerse de ellos (7 %), olvidos (3 %), los destinarán a una residencia secundaria (3 %), contienen datos sensibles (2 %) o porque no hay incentivo para reciclar (1 %).

El Foro de Residuos Electrónicos recordó que esa y otras organizaciones similares organizan regularmente campañas de recolección que, en total, se han ocupado de 41,6 millones de toneladas de esos desperdicios, de los que 3,1 millones corresponden a 2022.

«Se está logrando un gran progreso, pero todos tienen un papel que desempeñar, ya que los volúmenes de residuos electrónicos generados crecen rápidamente», declaró la responsable de WEEE para el Día Internacional de los Residuos Electrónicos, Magdalena Charytanowicz.

La gestión global de residuos electrónicos reduciría las emisiones equivalentes de CO2 en 93 millones de toneladas, lo que «equivalente a las emisiones anuales de más de 20 millones de coches» y evita además las fugas al medioambiente de sustancias dañinas, como el plomo o el cadmio.

En 2022, los residuos electrónicos producidos globalmente contenían aproximadamente 4 millones toneladas de metales clasificados como materias primas críticas, incluidos aluminio, cobalto o antimonio.

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