Los costos de construcción de viviendas unifamiliares de uno y dos niveles, así como los multifamiliares de cuatro y ocho niveles, se dispararon en los últimos cuatro años en la República Dominicana, por lo que se le imposibilita cada vez más a los ciudadanos de ingresos bajos o medios adquirir una de estas propiedades.
Así lo reporta el Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (Crees) en su reciente artículo económico, en el cual precisa que el Índice de Costos Directos de la Construcción de Viviendas (ICDV) creció un 38.1%, al pasar de 169.3 en julio 2020 a 233.8 en igual mes de este año.
Este índice se calcula considerando diversas categorías como herramientas, materiales, subcontratos, manos de obras y maquinarias. Este es elaborado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
De acuerdo al análisis, las viviendas unifamiliares son las que registran el mayor aumento en sus costos de construcción con un 8.2%. Seguido de las que son de ocho niveles o más que experimentaron un 8.1%. Las de dos y cuatro niveles les continúan con 7.9% y 6.3%, respectivamente.
“El aumento de los precios producto de la inflación (pérdida de valor de la moneda) se observa en el caso de los costos para construir viviendas que cada vez se hacen más altos. Mientras que, el poder de compra de las personas creció de forma limitada, lo que dificulta la adquisición de una vivienda propia para muchas familias, que se ven obligadas a destinar mayor parte de sus ingresos al pago de préstamos hipotecarios o alquileres”, explica.
Esto, cuando la Constitución dominicana, en su artículo 59, establece que: “Toda persona tiene derecho a una vivienda digna con servicios básicos esenciales.
El Crees indica que desde julio 2020 a julio 2023 el alza de los costos es de 7.8%. Este pequeño incremento, señala, es porque desde abril 2023 los costos mostraron una tendencia a la baja. Sin embargo, a partir de diciembre de ese mismo año estos volvieron a aumentar, impulsados por varios factores.
“El costo de la maquinaria ha experimentado un aumento promedio del 6.5% en 2024. Igualmente, la mano de obra registró un alza del 12% en junio de este año. Una tendencia similar continuó para todas las demás categorías”, expone.
La entidad de análisis económicos detalla también que materiales de construcción como el cemento experimentaron un incremento de 8%. Los accesorios eléctricos subieron un 22.2% y el acero un 25.5 en julio.
En consecuencia, recomienda que “para enfrentar esta situación, es necesario que se implementen políticas que promuevan la productividad”, ya que esto permite aumentar los ingresos reales de los hogares. En efecto mayor nivel de consumo sin presiones inflacionarias adicionales.
Otra medida que precisa y entiende que se podría aplicar, “es mantener una política monetaria cauta que desacelere el crecimiento de la inflación con medidas que estabilicen los precios y sentar base para un crecimiento económico sostenido que mejor el bienestar de los hogares”, expresa.