Shohei Ohtani celebra su cuadrangular.
EL NUEVO DIARIO, NUEVA YORK — La racha de 33 entradas consecutivas sin permitir carreras de los Dodgers llegó a su fin con la derrota en el segundo partido contra los Mets. Estaban decididos a iniciar otra racha el miércoles.
Gracias a las cuatro entradas sin anotaciones de Walker Buehler y a la continua racha dominante del bullpen en octubre, los Dodgers lograron su cuarta blanqueada en cinco juegos con una victoria de 8-0 sobre los Mets en el Juego 3 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en el Citi Field.
En todas las series de postemporada al mejor de siete que han estado empatadas 1-1, el equipo que ganó el Juego 3 ganó la serie 69 de 100 veces (69%). Bajo el formato actual 2-3-2, los equipos que rompieron un empate 1-1 al ganar el Juego 3 como visitantes ganaron la serie 30 de 40 veces (75%).
Desde el principio, quedó claro que Buehler no tenía su mejor control. Lanzó dos pelotas a Francisco Lindor para comenzar su salida y cambió a la recta final para encontrar un mejor ritmo. Si bien la actuación de Buehler no siempre fue bonita, sin duda fue efectiva.
Y eso le dio tiempo a la ofensiva de los Dodgers para explotar, con el jonrón de dos carreras de Kiké Hernández en la sexta entrada que le dio a LA una ventaja de 4-0. Shohei Ohtani conectó un cuadrangular de tres carreras en la octava, su segundo jonrón de la postemporada, y Max Muncy terminó la anotación con un jonrón solitario en la novena.
Buehler le dio a los Dodgers cuatro entradas sin anotaciones, registrando 18 swings y fallos, que es la mayor cantidad en las primeras cuatro entradas de un juego de postemporada desde que el seguimiento de lanzamientos estuvo disponible en 2008.
El mayor error de la noche (y quizás de la temporada de Buehler) se produjo en la segunda entrada. Con los Dodgers manteniendo una ventaja de 2-0, el control de Buehler lo metió en problemas. Permitió un sencillo y dio un par de bases por bolas para llenar las bases con un out.
Buehler respondió ponchando a Francisco Álvarez, lo que preparó un enfrentamiento de primera contra el mejor bateador de los Mets, Lindor. Después de un conteo de 3-2, un Citi Field repleto estaba listo para estallar. Pero esta es exactamente la razón por la que los Dodgers reservaron a Buehler para un juego de visitante. Esos son los tipos de momentos en los que Buehler ha estado a la altura de las circunstancias.
En este caso no fue diferente, ya que Buehler recurrió a su bola curva para que Lindor la conectara por encima, poniendo fin a la amenaza y manteniendo a los Mets fuera del marcador. Buehler soltó un par de gritos mientras salía del montículo, una imagen familiar para los Dodgers en octubre.