Hanley Ramirez.
El Salón de la Fama le dio la bienvenida a otros tres miembros el merte luego del anuncio de la elección de Ichiro Suzuki, CC Sabathia y Billy Wagner por medio de las votaciones de la Asociación de Escritores de Norteamérica (BBWAA por sus siglas en inglés).
Ichiro, el primer jugador japonés que será exaltado en Cooperstown, fue casi una decisión unánime al recibir el 99.7% de los votos. Sabathia lo acompaña como elegido en su primer año en la boleta, mientras que Wagner lo logró en su 10mo y último año. Otros 15 en la boleta de 28 jugadores recibieron al menos el 5% de los votos y aparecerán otra vez en la boleta del 2026.
Pero eso significa que 10 jugadores no volverán luego de no recibir dicho porcentaje mínimo. Algunos de ellos ni siquiera recibieron un voto de los 394 entregados.
Pero eso no significa que no merecieron consideración para el Salón de la Fama. Cada uno fue figura — posiblemente los mejores en sus posiciones durante sus apogeos. Tuvieron excelentes temporadas, impresionantes estadísticas y momentos inolvidables. Algunos de sus casos serían analizados en un futuro por el Comité de Jugadores de la Era Contemporánea.
Pero por ahora, podemos destacar las carreras de cada uno de los 10 jugadores que ya no estarán en la boleta de BBWAA para el Salón de la Fama.
Junto a cada jugador está su año en la boleta y el bWAR de su carrera.
**Ian Kinsler (1er año, 54.1)
**Jamás encabezó la liga en ninguna categoría de bateo, pero sus 994 anotadas del 2007 al 2016 fueron la mayor cantidad en las Mayores. Su WAR de 48.5 durante ese mismo trecho fue el sexto mejor en MLB. De los cinco jugadores por encima de Kinsler, hay un miembro del Salón de la Fama elegido en su primer año en la boleta (el dominicano Adrián Beltré), dos que probablemente serán inmortalizados en su primer año (el venezolano Miguel Cabrera y el quisqueyano Albert Pujols), un intermedista con números dignos de Cooperstown, pero también con vínculos a sustancias para mejorar el rendimiento (el dominicano Robinson Canó) y Dustin Pedroia — también en la boleta por primera vez en el 2025 y recibió el 11.9% de los votos.
Curtis Granderson (1er año, 47.2)
Frecuentemente aprovechó las dimensiones del estadio local. En el 2007 con los Tigres — una campaña en la que registró el mejor WAR de su carrera de 7.6 — Granderson tuvo una de las mejores temporadas de poder y velocidad en la historia del béisbol. sacudió 23 cuadrangulares y se robó 26 bases, pero también lideró las Mayores con 23 triples gracias al amplio Comerica Park. Es uno de cuatro jugadores desde 1900 en llegar a 20-20-20, acompañando a Jimmy Rollins (también en el 2007), Willie Mays (1957) y Frank Schulte (1911).
Granderson fue cambiado a los Yankees años después y aprovechó lo cerca que estaba la cerca del bosque derecho en el Bronx. Pegó 41 bambinazos en el 2011 y luego fijó una marca personal con 43 en la siguiente campaña. Junto a Jason Giambi se convirtieron en los únicos miembros de los Bombarderos en pegar al menos 40 vuelacercas en temporadas consecutivas en la Era de Expansión (desde 1961).
**Troy Tulowitzki (1er año, 44.5)
**Registró WAR de 37.8 como veinteañero. Entre los que jugaron principalmente como torpedero que debutaron en la Era del Comodín (desde 1995), sólo los puertorriqueños Carlos Correa y Francisco Lindor, más Alex Rodríguez, Nomar Garciaparra y Derek Jeter consiguieron mejor WAR antes de su temporada con 30 años. Solamente Rodríguez, Correa y Garciaparra tuvieron mejor OPS+ que Tulowitzki durante ese trecho (125), y con su defensa Tulowitzki se ameritó dos Guantes de Oro.
Ben Zobrist (1er año, 44.5)
Aunque no deslumbró con sus capacidades, podía hacer de todo un poco en el diamante. Zobrist jugó en cada posición excepto receptor durante su carrera de 14 temporadas. Su única presentación como lanzador llegó en su último partido de MLB y dejó sin respuestas al boricua Yadier Molina. Además, dio al menos 20 jonrones en tres campañas y llegó a 167 en su carrera. También se robó 116 bases.
Pero si lo que se necesitaba era un hit en un momento crucial, también era el ideal. Zobrist dio el imparable decisivo en el Juego 7 de la Serie Mundial del 2016 y fue reconocido el JMV del Clásico de Otoño. Cualquier hit de dicha clase en la Serie Mundial es especial, pero para los Cachorros el doblete de Zobrist rompió una sequía de 108 años.
Russell Martin (1er año, 38.8)
Vistió el uniforme de varias franquicias — Dodgers, Yankees, Piratas y Azulejos — y jugó en la postemporada con cada uno de ellos. No tuvo tanto éxito en octubre al terminar con una línea ofensiva de .191/.306/.327 en 199 turnos, pero tuvo un momento en los playoffs con Pittsburgh que fue dramático.
En el Juego del Comodín de la Liga Nacional en el 2013 contra los Rojos, ante el lanzador dominicano Johnny Cueto, Martin dio un cuadrangular solitario en el segundo episodio y luego en la séptima entrada coronó la victoria con otro bambinazo solitario para elevar a los Bucaneros en su primer partido de postemporada en 21 años.
Hanley Ramirez (1er año, 38.0)
Son pocos los bateadores en años recientes que brillaron a tan joven edad como el dominicano del 2006 al 2009. Esas fueron sus campañas con 22 a 25 años, y terminó con promedio de .300 y OPS+ de 140 en cuatro de dichas campañas.
En la Era Divisional (desde 1969), Ramírez está entre apenas 11 jugadores que registraron al menos tres de dichas temporada con 25 años o menos. Ese brillante trecho de Ramírez incluyó el Premio Novato del Año de la Liga Nacional en el 2006, dos Bates de Plata, un título de bateo de la Nacional en el 2009 con los Marlins (.342) y terminó de segundo en las votaciones del JMV ese año.
**Adam Jones (1er año, 32.6)
**Algunos lo recuerdan como un líder y uno de los mejores jugadores en la gran historia de los Orioles. Pegó 263 vuelacercas con Baltimore, incluyendo 146 en el Oriole Park en Camden Yards. Esa es la mayor cantidad en la historia del estadio. En sus 11 temporadas con los Orioles, Jones dio 1,781 imparables y tuvo un total de bases alcanzadas de 2,929. Es quinto en la historia de la franquicia en cada una de dichas categorías, por debajo de miembros del Salón de la Fama: Brooks Robinson, Cal Ripken Jr., Eddie Murray y George Sisler.
Brian McCann (1er año, 32.0)
Un oriundo de Duluth, Georgia, se crio como fanático de los Bravos. Tras ser elegido por Atlanta en la segunda ronda del Draft del 2002, McCann resultó vistiendo el uniforme de su equipo favorito en el 2005. El talento desarrollado en casa no tardó para convertirse en toda una estrella. Del 2005 al 2013 con los Bravos, McCann lideró a todos los receptores en jonrones (176), fue convocado a siete Juegos de Estrellas y ganó cinco Bates de Plata.
Drspués de tres temporadas con los Yankees, jugó otras dos con los Astros, donde consiguió un anillo de Serie Mundial en el 2017. Eventualmente McCann regresó a casa, donde estuvo detrás del plato con Atlanta otro año antes de retirarse.
Carlos González (1er año, 24.4)
El venezolano tiene mucho en común con otra estrella de los Rockies y miembro del Salón de la Fama, Larry Walker. Como bateadores zurdos, cada uno ganó un título de bateo de Colorado. La de CarGo llegó en el 2010 cuando bateó .336. Walker ganó tres con el club (1998-99, 2001). También alcanzaron marcas personales de jonrones como miembros de los Rockies — González pegó 40 vuelacercas en el 2015, y Walker encabezó el Viejo Circuito con 49 durante su temporada que le dio el JMV en 1997.
Pero estas estrellas hicieron más que tronar en Denver. Fueron estelares con su defensa. González se ameritó tres Guantes de Oro, que lo colocan de segundo por debajo de los cinco de Walker entre los jardineros de los Rockies.
Fernando Rodney (1er año, 7.4)
El dominicano lanzó 17 campañas en MLB, pero es posible que no haya entrado en la boleta si no fuera por sus logros con los Rays en el 2012. No sólo fue la mejor temporada de su carrera, sino que fue una de las mejores para cualquier relevista: 76 presentaciones, 74.2 entradas, cinco carreras merecidas, 48 salvados en 50 oportunidades.
El derecho vistió el uniforme de 11 equipos durante su carrera y dejó su marca en varios de esos clubes. Lideró en las Mayores con 48 rescates con los Marineros en el 2014. Superó los 30 salvados con los Tigres en el 2009 y con los D-backs en el 2017. Su media campaña con los Padres en el 2016 fue casi impecable (una carrera merecida en 28.2 capítulos). Finalmente, Rodney se despidió como campeón ayudando a los Nacionales a conquistar la Serie Mundial del 2019.