Vista aérea del proyecto de reasentamiento que tiene en proyecto Barrick Pueblo Viejo para beneficiar a seis comunidades de la provincia Sánchez Ramírez.
EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Barrick Pueblo Viejo proyecta un presupuesto que sobrepasa los 300 millones de dólares (RD$18 mil millones), en un reasentamiento de seis comunidades en la zona donde se construirá la nueva presa de colas, indispensable para que la empresa minera pueda continuar sus operaciones.
Sin embargo, la intromisión de personas extrañas a las comunidades ha generado un serio problema que impide avanzar en las negociaciones, lo que ha provocado una especie de impasse o tranque para que se llegue a la consecución del reasentamiento, por un tema de tasación.
El Nuevo Diario tuvo acceso a informaciones y documentos muy confiables sobre el tema, que nos permiten “retratar” aquí la realidad de lo que sucede.
Alrededor de tres años lleva el proceso, que ha sido exhaustivo e integral, tendiente a extender la vida de la mina Pueblo Viejo, lo que implica la construcción de la nueva presa de colas que estará ubicada en El Naranjo, provincia Sánchez Ramírez.
Dichos trabajos, de forma inevitable, involucran el traslado o reasentamiento de las comunidades El Rayo, El Naranjo, Arroyo Vuelta, Las Lajas, Tres Bocas y El Higo.
Vista panorámica de las casas que forman parte del proyecto de reasentar a los habitantes de seis comunidades en Sánchez Ramírez
Se trata de un proyecto que cuenta con su licencia ambiental aprobada por las autoridades correspondientes, logrado luego de agotar un proceso de varios años y una serie de fases establecidas en las leyes dominicanas.
Este proceso incluyó la consulta a lo largo de cuatro años, con las familias a ser reasentadas, incluidas más de 3,000 reuniones comunitarias y conversaciones con los ayuntamientos.
Igualmente, se han llevado a cabo reuniones abiertas de consulta pública, como parte del proceso del estudio de impacto social y ambiental en la cual hubo convocatoria abierta.
En la primera reunión de consulta auspiciada por Pueblo Viejo Dominicana participaron 750 personas y en una segunda reunión contó con 720 participantes. En ambos encuentros fue presentada la evaluación social y económica del proyecto de reasentamiento.
Conflicto por el precio de los terrenos
En el caso de los terrenos, la tasación que ha ordenado Barrick Pueblo Viejo, basada en el valor de reposición, tiene precios que oscilan entre los RD$42,064.45 y RD$46,491.62 por tarea agrícola y pasto mejorado.
Sin embargo, para esos mismos terrenos, la comunidad está siendo representada por una comisión de personas extrañas al lugar, que está pidiendo un valor sobrevaluado que ronda los RD$177,887.50 por tarea, más un pago adicional de cultivos e infraestructuras. Es decir, RD$135,823.05 y RD$131,395.88 por encima.
Esto, sin dudas, ha generado una especie de tranque en las negociaciones que debería de llevar a cabo de manera directa los ejecutivos de Barrick y los legítimos y genuinos dueños de las propiedades.
En base a los estándares internacionales y a las entidades locales, se ha establecido un marco de compensación que abarca el valor de reposición en lo relativo a los cultivos, terrenos, infraestructura y cultivos, así como el reemplazo de vivienda para los residentes permanentes identificados al momento de la fecha de corte.
Vista interior (cocina) de una de las casas que serán entregadas a las familias que serán tocadas por el reasentamiento
¿Cómo se hará?
Informaciones de muy buena fuente obtenidas por El Nuevo Diario, establecen que el reasentamiento que se hará contempla el reemplazo de los activos y bienes de las personas que serán afectadas.
“Es un proceso programado de varios pasos”, establece la fuente a este periódico para agregar que no se trata de un desalojo como tal, ya que este proceso generalmente despoja a las personas de todo sin conceder nada a cambio y no es lo que será hará en el caso de las seis comunidades citadas.
La empresa minera siempre ha dicho que se rige por estándares internacionales y en cumplimiento con la legislación local, y con un marco de compensación pensado para que las personas afectadas puedan restablecer sus medios de vida en condiciones similares o mejores a las actuales.
