Juan Bolívar en su despacho de la embajada dominicana en Madrid.
Especial para El Nuevo Diario
EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Juan Bolívar Díaz es el nuevo embajador en México. Aún se encuentra en Madrid, cumpliendo su última misión como embajador en España: respaldar la participación dominicana en FITUR 2025.
Para otro diplomático criollo un cambio de España a México sería un descenso, dado que la primera es una plaza mayor en términos comerciales, vínculos históricos, puerta de Europa y segundo asiento de la diáspora criolla.
Pero no para Juan Bolívar Díaz, quien llamó a la tierra de don Benito “el México de todos los exiliados del universo”, calidad en que vivió allí y donde antes cursó estudios profesionales de comunicación.
El retorno de Juan Bolívar a México es un reencuentro nostálgico, con inolvidables experiencias y amigos, y la oportunidad de ver de cerquita la experiencia de la primera mujer presidenta en un país de meros machos, y de tanta historia.
Por la vuelta de México, Juan Bolívar observará, también de cerca, la “declaración de emergencia” de Trump en la frontera sur de Estados Unidos y eventuales consecuencias en las Américas de su estrategia Hacer Grande a América de Nuevo.
“Entrando ya en la curva resbaladiza de los ochenta y tras 66 años de trabajo, era digno y justo retirarme tranquilamente a mi casa, no sólo por derecho al descanso, sino también porque debemos dejar los espacios a los más jóvenes”, me recuenta.
“Pero tanto el presidente Abinader, como el canciller Roberto Álvarez, entienden que todavía estoy apto para seguir representando al país, después de una gestión en España que muchos creen exitosa”, me dijo en una conversación a distancia al preguntarle sobre el cambio de sede diplomática.
“Todavía encontraré algunos de los compañeros periodistas más queridos, activos y retirados, pero también se sentirán felices de recibir a su amigo como el embajador dominicano”, acarició.
“Me entusiasma presentarle credenciales a la primera presidenta de México, una científica, mujer de alta sensibilidad social y humana”, alude a Claudia Sheinbaum, heredera de AMLO.
– ¿Cómo ve el panorama internacional, con tantas señales disruptivas?, le pregunto, y calló para luego exponer:
-Con alta preocupación, pues veo la democracia en crisis, y ya no sólo en el tercer mundo, sino también en Estados Unidos y Europa, que han sido la inspiración.
El Estado de bienestar que edificaron tras la segunda guerra mundial y que equilibró un poco esas sociedades, está haciendo agua, mientras la riqueza se concentra cada vez en menos personas.
Y como los partidos democráticos no pueden responder las demandas de las nuevas generaciones, hay gran descreimiento. Ya en Europa ningún partido puede gobernar solo, gobiernan con alianzas frágiles y muy diversas, sin vigor para enfrentar los grandes intereses que lo acaparan todo y salen más ricos de cada crisis, como la financiera 2008-12, el COVID y las actuales guerras.
El mundo que se configura no será seguro para nadie y mucho menos con el predominio de los conservadores defensores de los grandes concentradores de riquezas, de la reducción de impuestos a las corporaciones y eliminando subsidios y programas sociales.
Para no hablar de EU, basta señalar que las mayores locomotoras económicas de la Unión Europea están casi en recesión: Alemania, sin duda, Italia con un Gobierno de extrema derecha, Francia, al borde de lo mismo.
Estado en que quedó el automóvil de Juan Bolívar Díaz tras un atentado terrorista el 20 de marzo de 1970, acaecido 20 minutos antes de que el periodista se montara en el vehículo para irse a trabajar.
España, con uno de los últimos gobiernos socialdemócratas, asediado por los derechistas y Holanda, también a la derecha.
La socialdemocracia y la democracia cristiana están casi extinguidas. La economía del conjunto de la UE crece al 0.9 % y entre los grandes sólo España llega al 3 %.
Toda esa incertidumbre pesa sobre el conjunto universal y repercute en retrasos por doquier… nuestra RD es de los actuales «paraísos» de crecimiento económico y estabilidad democrática, pese a sus recurrentes problemas estructurales.
Quise que extendiera el análisis al impacto del retorno de Trump, repasar sus estadías como estudiante y exiliado en la tierra amiga, que “canta sus penas y llora sus alegrías”, y que ampliara a otros temas, pero tenía que acudir a una reunión urgente relacionada con su apoyo a la comitiva oficial a Fitur.