Roger Federer durante la Copa Laver. EFE.
EL NUEVO DIARIO, BERLÍN.- Las mejores raquetas de Europa vs las mejores del resto del mundo. El Uber Arena de Berlín alberga desde este viernes la séptima edición de la Copa Laver, un torneo equivalente a la histórica Ryder de golf. Una idea que desarrolla el mítico tenista suizo Roger Federer desde el año 2017 y que factura anualmente unos 30 millones de euros.
Bautizada con el nombre del mítico tenista australiano Rod Laver, ganador de once Grand Slams, y de paternidad triple, la empresa organizadora de eventos TEAM8 (propiedad de Roger Federer), el magnate brasileño Jorge Paulo Lemann y Tennis Australia (el organismo rector de este deporte en el país oceánico), este ya popular torneo dio sus primeros raquetazos en 2017 en Praga.
Entonces sin reconocimiento oficial, el equipo europeo, con Rafael Nadal y el tenista helvético a la cabeza, más el emblemático Björn Borg como capitán, derrotó al bloque que representaba al resto del mundo, dirigido por el no menos carismático John McEnroe. Ambos siguen capitaneando a los dos conjuntos.
Dos años después ya adquirió el sello de la ATP, que lo incorporó a su calendario, aunque sin ser puntuable para el circuito.
Lo que sí ha sido desde sus comienzos es una máquina de generar dinero, con unos ingresos que oscilan entre los 25 y los 30 millones de euros en cada una de las ediciones de un evento con el que el propio Federer se despidió del tenis, dejando para el recuerdo aquella imagen llorando junto a Nadal, tras disputar juntos un partido de dobles. El último de su gran carrera.
El magnetismo de Federer para las grandes marcas
El incomparable magnetismo que tiene el suizo ya lo convirtió en un imán irresistible para las grandes marcas cuando vestía de corto. Y lo ha hecho extensible a esta competición, en la que varios de los patrocinadores y socios de la misma han acompañado al propio Federer a lo largo de su trayectoria. No es casualidad que uno de los socios fundadores de la competición sea la empresa helvética Rolex, la famosa diseñadora de relojes de lujo, y patrocinador personal del genial tenista.
Junto a ella figuran como patrocinadores principales el banco de inversiones UBS, con sede en Zúrich (Suiza) y un patrimonio de 86 mil millones de dólares, y la automovilística alemana Mercedes, con quien el ganador de veinte Grand Slams mantiene relación comercial desde hace más de quince años.
También figuran como colaboradoras multinacionales como la informática norteamericana ServiceNow, la firma de indumentaria deportiva suiza On AG, la cadena de ropa japonesa Uniqlo, ambas proveedoras del propio Federer; o la médica Cleveland Clinic.
Entre los patrocinadores específicos de esta edición figuran la conocida productora francesa de champanes Moët & Chandon, la fabricante estadounidense de gafas de lujo Oliver Peoples (ambas también marcas que apadrinan al tenista suizo); OFX, corporación australiana dedicada al cambio de divisas; Robb Report, revista norteamericana especializada en el lujo; la productora de suplementos alimenticios Vitamin Well o el periódico germano ‘Der Tagesspiegel’.
Todo parece poco para un hombre con unos 130 millones de dólares cosechados en su carrera profesional y un patrimonio neto estimado en 550 millones fruto de sus negocios e inversiones, incluida esta Copa Laver.