FILADELFIA, AP.— Nick Castellanos a veces se sorprende a sí mismo con su intuición de que puede ganar un juego en el último swing.
Mientras se acercaba al plato con dos outs en la novena entrada, con dos corredores en base y el marcador empatado, Castellanos tuvo la corazonada de que podía ganar el Juego 2 de la Serie Divisional de la Liga Nacional para los Filis de Filadelfia.
Incluso ante un slider de 1-2 contra el relevista de los Mets, Tylor Megill.
“Me gustó ese lanzamiento cuando lo vi”, dijo Castellanos.
Cuando los fanáticos de los Phillies soltaron un rugido gutural que resonó afuera del Citizens Bank Park, quedó claro que a ellos también les gustó ese lanzamiento.
Castellanos conectó un sencillo ganador que anotó Trea Turner y envió a los Filis a una vertiginosa victoria de 7-6 sobre Nueva York el domingo e igualó la NLDS a un juego por bando.
“Les dije a los muchachos que Rocky estaría orgulloso”, dijo la estrella de la postemporada Bryce Harper. “La mentalidad de nunca morir. Fue un gran partido”.
Esta victoria significó más que cualquier cuento de ficción.
Castellanos, quien lideró las Grandes Ligas esta temporada con cuatro hits para dejar en el terreno al rival, arrojó su casco y fue acosado por sus compañeros en el cuadro interior mientras un juego que parecía escaparse una entrada antes se convirtió en una remontada más para los campeones de la División Este de la Liga Nacional.
Corrió hacia su hijo, Liam, una presencia constante en el estadio durante su mandato, y los dos intercambiaron un gran «¡Vamos!».