EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – El presidente del Partido Esperanza Democrática, Ramfis Domínguez-Trujillo instó al gobierno modificar la Ley de Responsabilidad Fiscal (35-24) promulgada en el 2024, para exigir que el gasto público se limite al monto total de los ingresos que percibe el gobierno cada año.
Este denotó que la irresponsabilidad financiera de todos los gobiernos contemporáneos es justamente lo que ha provocado lo imperioso de esta reforma fiscal que promueve el Gobierno, según un comunicado de prensa.
“En vez de estar hablando de una supuesta modernización fiscal, lo que el Gobierno debería hacer entre tantas modificaciones y reformas que está presentando apresuradamente, es proponer una modificación a la Ley de Responsabilidad Fiscal, pues la que existe es insuficiente y para nada controla los gastos del estado”, puntualizó.
Domínguez-Trujillo precisó que el Gobierno juega con las finanzas del país, pues los funcionarios entienden que no hay límites en su dispendio, porque ante cualquier insuficiencia presupuestal, estos acuden escuetamente a los préstamos, política que ha generado la precariedad económica que hoy enfrenta República Dominicana.
“Hace años que venimos ensanchando los gastos del estado sin ningún tipo de restricciones ni consecuencias. Un año el gobierno propone una ley de presupuestos, y al final del otro, presentan el complementario para cubrir el déficit generado. Deberíamos trabajar en función de lo que tenemos para gastar, es decir, balancear obligatoriamente el presupuesto. Actualmente, esta ley permite incrementar los gastos cada año y hasta 3 puntos porcentuales por encima de la tasa de inflación, esto es un absurdo,” enfatizó.
Agrega que, el líder político afirmó que, al circunscribir el gasto público al monto percibido en cada ciclo fiscal, estarían creando un estado económico sólido, mitigando el riesgo monetario, y suscitando un alto nivel de confiabilidad con los tenedores de la deuda de RD, evitando así las ineptitudes económicas que constriñen una reforma fiscal.
“Si somos capaces de ponerle un candado al presupuesto del estado, limitando el gasto público para en cualquier caso no superar el total de las recaudaciones, esa responsabilidad fiscal no solo generaría una estabilidad económica para el país, sino que además se ganaría la confianza de los acreedores que, debido al desorden monetario, exigen al gobierno incrementar sus ingresos”, aclaró.
Dentro del plan que presentó el presidente del PED, se contempla un reordenamiento de las finanzas del estado, una racionalización del gasto público y un mejoramiento de la calidad del gasto, para favorecer el presupuesto balanceado que este propone.
Domínguez-Trujillo continuó, aseverando que, este proceso permitiría la renegociación del convenio colectivo de la deuda pública, pero aplazando el primer repago que se haría a los seis años de su culminación.
“Luego de alcanzar la disciplina presupuestaria -que debe también incluir pasos determinantes a favor de erradicar la corrupción del estado- debemos consolidar el conjunto de los préstamos para negociar un refinanciamiento, pero con una moratoria de 5 a 6 años. Con esto, podremos invertir ese 25% que hoy destinamos al pago del servicio a la deuda, en impulsar los sectores productivos del país, como la agricultura, la medicina, la tecnología, entre otros más, para así crear nuevas fuentes de ingreso a corto plazo y generar recursos suficientes para empezar a pagar la deuda externa”, precisó.
Según las expresiones del excandidato presidencial, el país presenta un cuadro financiero lúgubre, de cara a una perpetua irresponsabilidad fiscal y un gasto público insostenible que, de no remediarse en lo inmediato con una voluntad administrativa implacable y un cambio radical de las políticas públicas monetarias, estaría condenando a la juventud y las generaciones venideras al infortunio de una deuda cada vez más pesada y un ciclo vicioso de incrementos tributarios aún más destemperados.
“Estamos en un callejón sin salida, y si continuamos con este tren de irresponsabilidad, solo nos quedará imponer una reforma fiscal cada cierto tiempo para afrontar las torpezas y el derroche de los gobiernos, su exagerado dispendio y su abultado presupuesto, y sin limitación alguna. Es el momento de pensar en el largo plazo, en el futuro del país, y en lo que el peso de esta deuda cada vez más exagerada, les depara a futuras generaciones”, resaltó.
La propuesta, es una modificación categórica al régimen monetario del país, impidiendo la práctica de emplear los empréstitos para sostener el tren de gastos corrientes del estado, una actividad que contraviene los principios más básicos de economía, perpetuando el déficit presupuestario y ensanchando la deuda de manera exponencial.
Domínguez-Trujillo asegura que, con estos pasos determinantes, el país se encaminaría hacia la recuperación económica, pudiendo disminuir su endeudamiento, capitalizando las arcas, incrementando el patrimonio nacional, pero, sobre todo, impidiendo la tan criticada propuesta de reforma fiscal.
“La imposición de un presupuesto balanceado por ley, va a transformar el sistema por completo. Hoy acudimos a los préstamos hasta para cubrir gastos corrientes, algo insólito para cualquier economista, pero demasiado común en el ejercicio de gobierno. Con la refinanciación de la deuda pública vamos a generar nuevas riquezas, para empezar a reducir significativamente la deuda pública. Con esto podremos evitar por completo la necesidad de esta reforma tan abusiva”, finalizó.