CABO ROJO, Pedernales – A pesar de las altas expectativas generadas con la llegada de cruceros al Puerto de Cabo Rojo, el arribo del quinto crucero este miércoles pasó prácticamente desapercibido, reflejando el desencanto de la población local.
Desde que se anunció esta iniciativa como una solución al prolongado estancamiento económico de Pedernales, las promesas no han logrado traducirse en beneficios tangibles para los habitantes de esta región fronteriza.
La falta de impacto económico ha generado desinterés entre los residentes, quienes perciben que las inversiones y esfuerzos de entidades como el Gobierno, la Autoridad Portuaria, el Ministerio de Turismo, la Alianza Público-Privada y la empresa ITM, que opera el muelle, no han repercutido en mejoras para la comunidad local.
El crucero, que arribó por la mañana, llegó con vacacionistas que ni siquiera fueron noticia para muchos de los habitantes de la zona.
La falta de comunicación y la escasa conexión entre la actividad portuaria y la economía local parecen ser factores clave en esta desilusión generalizada.
Te recomendamos leer: Un cuarto crucero llegará a Cabo Rojo el 20 de noviembre
La llegada de cruceros, que inicialmente se presentó como una solución para dinamizar la economía de Pedernales, enfrenta ahora el reto de generar un impacto real en esta región que por décadas ha luchado por superar el abandono económico.